La ansiedad es un término general que utilizamos para referirnos a los sentimientos de miedo, nerviosismo, aprensión o preocupación. No podemos evitar la ansiedad. Debemos saber y entender que la ansiedad es parte normal de la vida y constituye una respuesta habitual a situaciones cotidianas de cualquier persona.
Todo el mundo se pone nervioso en algún momento, y un poco de ansiedad, en realidad, nos ayuda a desarrollar de forma adecuada nuestro trabajo o a enfrentarnos a situaciones complejas que puedan ir surgiendo, sin embargo, la ansiedad puede convertirse en un problema cuando
- Se presenta con demasiada frecuencia
- Es continua a lo largo del tiempo, y no conseguimos controlarla o reducirla.
- Nos impide hacer, con normalidad, las cosas que queremos
¿Es bueno tener un poco de ansiedad?
Te sorprenderá, pero la respuesta es que sí. La ansiedad, nos permite, ante una señal de amenaza o de peligro, reaccionar y prepararnos para enfrentarnos y responder a dicha amenaza. Por lo tanto, en nuestra vida diaria, la ansiedad es incluso deseable para el manejo normal de las exigencias del día a día (como por ejemplo preparar una entrevista de trabajo,un examen de una oposición, dar una charla en público, etc.)
Algunas personas que sufren de ansiedad quieren deshacerse por completo de ella, pero, aunque esto puede sonar atractivo, no sería buen plan. El siguiente gráfico muestra la razón por la que es conveniente tener «un poco» de ansiedad es bueno
¿Cuándo es mala la ansiedad?
La ansiedad es una emoción, que se manifiesta y acompaña a determinadas reacciones corporales tales como la tensión muscular, la sudoración, el temblor, la respiración agitada, el dolor de cabeza, de pecho o de espalda, las palpitaciones, los “nudos en el estómago”, la diarrea y otras muchas más.
Cuando se sobrepasa una intensidad que la hace intolerable o cuando dificulta la capacidad de adaptarse de la persona, la ansiedad puede afectar a la vida cotidiana y puede convertirse en un problema. Es entonces, cuando los psicólogos y médicos hablamos de la existencia de un Trastorno de Ansiedad. Debe saber que si usted no puede hacer que la ansiedad desaparezca totalmente de su vida, sí puede aprender a controlarla.
Algunas de las manifestaciones habituales por problemas o trastornos de ansiedad, suelen ser:
Me encuentro mal, no se qué me pasa, noto mareo, dolor de cabeza, cosquilleo en el estómago, palpitaciones… Además tengo tantas cosas que hacer que no sé por dónde empezar, me bloqueo, no tengo la mente clara… estoy paralizada.