¿Qué es la claustrofobia?
La claustrofobia es un trastorno de ansiedad en el que el paciente tiene un miedo irracional a encontrarse en espacios pequeños o en los que la posibilidad de escapar es nula. Con frecuencia, las personas claustrofóbicas padecen ataques de pánicos cuando se exponen a estímulos o situaciones como estar en un ascensor lleno de gente, habitaciones pequeñas sin ventanas, montar en metro o a estar en un avión. Incluso, algunas personas con claustrofobia notan como sus niveles de ansiedad se elevan cuando, simplemente, llevan ropa ajustada al cuello.
La claustrofobia suele iniciarse con una sensación de ansiedad intensa en una situación determinada en un espacio cerrado. Quien padece dichas sensaciones, «se asusta», y para evitar posteriormente que se repitan, tiende a evitar los lugares iguales o semejantes. Como consecuencia del miedo de experimentar la situación de nuevo, aparece una respuesta ansiosa por la posibilidad de exponerse a otro ataque. Debido a de este proceso, el paciente termina aprendiendo que, si se encuentra en un lugar cerrado o del que no pueda escapar, sufrirá un ataque de pánico y, por consiguiente, intentará evitarlo.
¿Cómo es el tratamiento con Realidad Virtual para combatir la claustrofobia?
Al igual que con otras fobias, la Realidad Virtual nos permite tratar el miedo a los espacios cerrados con garantías de éxito. En nuestro caso, contamos con varios escenarios virtuales en los que el paciente se expone. Dichos espacios son:
- Ascensor grande: En el que el paciente puede entrar e interacturar con el ascensor, decidir cuándo se para y se baja, podemos definir la cantidad de gente que hay en ese ascensor.
- Ascensor pequeño: Este entorno virtual, permite entrar en el ascensor e ir a otro piso. Una vez allí, la gente saldrá y entrará, mientras que el paciente permanecerá dentro del ascensor. Si se activa de nuevo el botón “Ir a otro piso”, se repetirá la acción.
- Habitación: En este escenario, el paciente tiene que subirse al ascensor y dirigirse al sótano, que consta de una habitación cuyo tamaño se puede modificar para conseguir, así, una exposición gradual. Este entorno supone una mayor dificultad para el paciente. La escena empieza y el paciente, solo, se sube al ascensor, Una vez dentro, desciende hasta el sótano y recorre un pasillo estrecho hasta llegar a la habitación.