En cuanto a su forma física y anatómica, los genitales de una mujer que padece vaginismo son normales. Sin embargo, en el momento en el que se quiere llevar a cabo la penetración, la entrada vaginal se cierra, siendo imposible llevar a cabo el acto sexual.
El cierre de la entrada de la vagina, es causado por un espasmo muscular involuntario del tercio externo de la vagina, especialmente del esfinter vaginal, impidiendo, de esta forma, la posible inserción del pene en la vagina, y como consecuencia, la imposibilidad de llevar a cabo el coito.
El espasmo invilutario que se produce para cerrar la entrada a la vagina, tiene lugar independientemente del grado de excitación que tenga la mujer, puesto que dicho espasmo, se produce cuando la mujer prevee que va a tener lugar, por parte de la pareja, el intento de penetración. Este espasmo se produce por el miedo o fobia al dolor, por lo tanto, estamos hablado, dentro del ámbito psicológico, de una fobia condicionada, ya que dicho miedo al dolor se asocia con la penetración vaginal.
Una mujer que padece vaginismo, puede tener una vida sexual bastante satisfactoria logrando el orgasmo con diferentes actividades sexuales, pero no puede llevar a cabo el coito con penetración.
Si es tu caso, suele ser común que generes un sentimiento de culpa respecto a tu pareja, ya que sabes que él lo desea y tu no eres capaz de cumplir ese deseo. Sin embargo, debes entender que esa situación es normal, y con el tratamiento adecuado, las probabilidades de solución son muy altas. Debes entender y hacer entender a tu pareja, que esta disfunción se mantiene por la ansiedad que muestras ante la penetración.
Tras una breve entrevista de historia clínica, donde analizaremos la causa u origen de esa conducta fóbica, desplegaremos una terapia educativa para darte a conocer el funcionamiento normal de la sexualidad, e introduciremos pautas para modificar o desmontar los prejuicios e ideas preconcebidas distorsionadas, en el caso en el que las hubiera. Posteriormente, aplicaremos las técnicas terapéuticas más adecuadas, en función de las causas mantenedoras de este trastorno.