¿Por qué tenemos miedo a las alturas?
Muchos de nosotros tenemos cierto miedo o malestar cuando nos encontramos en sitios altos. De hecho, ese miedo a las alturas se considera natural e incluso adaptativo, ya que la respuesta evitativa (en este caso no exponerse a las alturas o no ir a sitios altos) podría ser claramente beneficiosa cuando la persona se encuentra en un entorno de riesgo.
Sin embargo, ese miedo o malestar, sólo es patológico, es decir, necesita de intervención terapéutica, cuando la respuesta de ansiedad de la persona que lo padece es insoportable o cuando le genera ataques de pánico, sensación de sofoco, miedo a caer, y afecta, de alguna forma, al desarrollo habitual de sus facetas de la vida. En estos casos, ese miedo a las alturas lo llamamos acrofobia (fobia a las alturas)
¿La Realidad Virtual es una alternativa para tratar este miedo?
Sí. El tratamiento del miedo a las alturas con Realidad Virtual es una buena alternativa comparada con las técnicas tradicionales de exposición por los siguientes motivos:
- En primer lugar, con la realidad virtual tenemos, como terapeutas, un mayor control de las variables de exposición, lo que es muy útil si tenemos en cuenta la dificultad de encontrar un entorno óptimo para tratar esta fobia. ¿Cuántos edificios con ascensor exterior conoces?, ¿a cuántos edificios de más de cinco plantas tienes acceso?, ¿cómo controlamos que se averíe un ascensor?
- En segundo lugar, y relacionado con lo anterior, el tratamiento con realidad virtual es menos costoso en cuanto a logística, tiempo y esfuerzo, ya que la realidad virtual permite modelar la situación y, por tanto, no requiere que el paciente y el terapeuta se desplacen para encontrar los lugares idóneos para una exposición en vivo.
- Por último, y no por ello menos importante, el tratamiento con realidad virtual disminuye las probabilidad de que el paciente no desee someterse al tratamiento
¿Cómo es el programa de intervención?
Dentro del programa de Realidad Virtual para el tratamiento del miedo a las alturas, disponemos de una serie de entornos que podemos ir manipulando.
- Imágenes en 360 grados: En estas imágenes, el entorno es virtual, pero el paciente no interactúa con él, la imagen es fija, aunque si se gira la cabeza a la derecha, se aprecia lo que hay a ese lado, y si se mira hacia abajo, el paciente puede ver lo que hay bajo sus pies. En estas imágenes, el paciente se encuentra en la parte más elevada de un edificio y está pensado para identificar los pensamientos automáticos y ansiógenos que se producen
- Ascensor virtual exterior a un rascacielos: Este escenario forma parte de la exposición y traslada al paciente a un ascensor de un edificio en el que el piso más alto conduce, mediante un puente, a la terraza superior del edificio. En este escenario podemos manipular la altura, que se averíe el ascensor, incluso si el ascensor lleva cristales o se transforma en una plataforma elevadora, e incluso, la distancia que hay desde el punto de vista del paciente al borde la de la plataforma.
- Vídeos en primera persona: Con estos vídeos, se traslada al paciente, no a un entorno virtual, si no a un entorno real, en el que se pueden plantear dos recorridos, un viaje en tren por un puente elevado y un paseo por el borde de un acantilado.