Las manifestaciones o cuadro clínico que se suele presentar, aunque pueden variar de una persona a otra, suelen ser, en general, las siguientes:
- Ánimo bajo, tristeza o sentimientos de desesperanza, o
- Pérdida de interés en las actividades con las que se disfrutaba o tener escaso placer al realizarlas la mayoría de los días durante las últimas semanas.
- Irritabilidad (enfadarse fácilmente).
- Ganas de llorar sin motivo aparente.
- Pérdida de energía o cansancio.
- Problemas de sueño
- Cambios en el apetito, que a veces conduce a variaciones en el peso.
- Dificultad para concentrarse o problemas de memoria.
- Pérdida del interés sexual
- Sentimientos de inutilidad o culpa.
- Pensamientos negativos, excesivas críticas hacia uno mismo.
- Deseos de muerte o ideas suicidas.
A menudo las personas con depresión también experimentan preocupaciones constantes que les produce ansiedad. Esto puede ocasionar síntomas físicos como dolor, palpitaciones cardiacas o molestias abdominales. En algunas personas estos síntomas físicos son su principal queja y a veces llegan a sentirse tan mal que desearían estar muertas. La depresión puede hacer que la tarea más pequeña parezca escalar una montaña