Hoy hemos podido leer en varios medios de comunicación la publicación de la noticia que encabeza la presente entrada.
El hallazgo, o mejor dicho, este logro se ha llevado a cabo gracias al doctor en psicología Barry R. Komisaruk. El artículo fue publicado en la revista ‘Journal of Sexual Medicine’ en Julio de este año.
A los que estáis muy interesados, aquí os dejo el link al resumen, en inglés del artículo.
Una de las cuestiones que han llevado a la humanidad un sin fín de preguntas, se centran el el placer femenino. Muchas han sido las explicaciones que se han dado acerca de cómo se generaba éste y que conjunto de sistemas o partes del cerebro participaban en él. Otra cuestión que siempre se ha mantenido, en algunos casos, hasta como mito, era si el placer sexual de la mujer, a través de la estimulación del clítoris era igual, superior o menor que a la estimulación vaginal.
Esta investigación ha sido capaz de demostrar por primera vez, que la estimulación de la vagina, el cuello del útero y el clítoris activa tres sitios distintos y separados de la corteza sensorial. Las tres representaciones se agrupan en la misma región de la corteza, al igual que la estimulación de los genitales de los hombres activa zonas de esta área.
Los investigadores, en declaraciones a el periódico El Mundo, indicaban que:
Para nosotros lo que sí fue una sorpresa es que la autoestimulación del pezón activa no sólo la región de la corteza sensorial que esperábamos, sino que también activa las mismas zonas que la región genital, lo que explicaría por qué algunas mujeres pueden tener orgasmos a través del tocamiento del área mamaria.
¿Como se hacen este tipo de experimentos?
Much@s de vosotr@s estaréis dudando mientras leéis este artículo, sobre el método que se sigue o el procedimeinto que se realiza para llevar a cabo una investigación de este tipo.
Pues en este caso, según las descripciones que hace el equipo de investigación al periódico El Mundo, las participantes tuvieron que autoestimularse con la mano o con un vibrador cilíndrico, de 15 milímetros con movimientos rítmicos suaves o intensos en el clítoris, la pared anterior de la vagina, el cuello uterino o el pecho por separado, y al azar, en una secuencia de ensayos. Todas recibieron las instrucciones a través de unos auriculares que les permitieron estar en contacto continuo con los investigadores.
Durante el proceso de masturbación, se activaron hasta casi 30 áreas del cerebro, incluidas las que están relacionadas con el tacto, la memoria, la sensación de recompensa e, incluso, el dolor. Estos hallazgos pueden ayudar a reconocer que el orgasmo es un potente analgésico como se afirma desde hace algún tiempo.
Bueno, independientemente del método, lo relevante de esta investigación, es que por primera vez hay evidencias científicas que demuestran que la estimulación clitoriana y la vaginal, encienden áreas del cerebro, que, estando interrelacionadas, son diferentes.
Via: El Mundo, La Cuarta, El Economista, Lt10digital, Journal of Sexual Medicine