Recuerdo un caso que me contó un compañero hace tiempo. Este colega de profesión tenía una paciente con un problema de ansiedad.La causa del mismo estaba en la situación familiar que vivía. Su relación de pareja era muy complicada, y ella había conocido a un hombre por el que se sentía atraída, sin embargo, nunca había mantenido relaciones sexuales con él. El caso es que mi compañero orientó la terapia hacia técnicas de resolución de problemas y reducción de la ansiedad.
Me contaba mi colega que la paciente, iba respondiendo bien al tratamiento, pero era incapaz de tomar decisiones, y mucho menos de ponerlas en marcha.
Un día, la paciente acudió a consulta y se “angustió”. Comenzó a llorar casi sin consuelo, y al final le dijo a mi compañero:
“Me gustaría que un día mi marido entrara a nuestra habitación y me pillara haciendo el amor con la persona de la que me he enamorado, de esa forma, todo acabaría”.
Mi compañero entendió por qué. Era evidente, de esa forma muchos de sus problemas se resolverían, problemas para los cuales la paciente tenía solución pero era incapaz de llevarlas a la práctica. Ella era incapaz de hablar con su marido, evaluar los problemas y las posibles soluciones, y mucho menos de llevarlas a prácticas. Esa situación le superaba. Por eso pensó que era mejor que otros tomaran la decisión por ella. Evidentemente, una infidelidad de este tipo, es un motivo muy sólido para romper una relación, y ella, de esa forma, se sentiría liberada.
Causas Habituales de Infidelidad
La mayoría de las parejas que se enfrentan a una infidelidad, terminan en una separación, y a muchas de ellas le digo que se equivocan. Ellos se sorprenden. Entonces les digo que la infidelidad es la consecuencia, no el motivo de la separación.
En la mayoría de los casos, la infidelidad es la consecuencia de un problema en nuestra relación. Por ejemplo, un problema de comunicación puede llevar a nuestra pareja a cometer una infidelidad. Pero, ¿cómo es esto posible?
Si la comunicación con mi pareja es muy limitada, o casi nula, tarde o temprano, esa carencia de nuestra pareja necesitará ser cubierta. Al final, alguien conocerá a alguien con el que se cubre esa necesidad, y alguien empezará a desarrollar sentimientos más profundos, que al final, pueden terminar en un intercambio físico, como muestra de cariño.
Pero, ¿Cuáles son los motivos o las causas principales por los que somos infieles?
1. De mi pareja ideal a mi pareja real. Cuando estamos enamorados, tenemos una tendencia a idealizar a nuestra pareja, es el/la mejor, el/la más cariñoso/a, atento…Sin embargo, pasada esa fase de enamoramiento, comenzamos a descubrir a nuestra pareja real, que ya no es tan cariñosos, tan atento, o tan cuidadosos con su higiene personal.
2. La perdida de interés de la pareja hacia nosotros, evidentemente si antes éramos el centro de una persona, o estábamos entre lo más importante de esa persona, y dejamos de sentirnos así, nuestra autoestima se resentirá y buscaremos, como decíamos anteriormente, cubrir esa necesidad de sentirnos valorados, de volver a ser el centro en la vida de alguien.
3. La rutina. En algunos aspectos o momentos de nuestra vida, la rutina es fundamental, pero no en nuestra vida de pareja. La larga duración de nuestra relación puede desencadenar una monotonía constante, Cuando una de las partes, casi siempre la mujer, siente que su pareja no le presta la atención debida y que el tiempo que pasan juntos se caracteriza por la falta de comunicación, la relación pierde su encanto. Si una tercera persona se cruza en el camino y ofrece atención, emoción, misterio, conversación… la parte desatendida de la pareja se convierte en “presa fácil”.
4. Cambios en las relaciones sexuales. Este es uno de los motivos que, sobre todo, ellos, utilizan para justificar un comportamiento infiel. Cuando las relaciones sexuales con nuestra pareja disminuyen en frecuencia y calidad y una de las partes se siente insatisfecha, puede caer en los brazos de alguien que le ofrezca lo que no obtiene en su relación, incluso, aunque siga sintiendo amor por su pareja estable.
5. Dependencia emocional de los padres. Si uno de los dos no ha madurado lo suficiente y mantiene una gran dependencia de sus padres, puede hacer sentir a su pareja apartada e insatisfecha, porque solo valdrán las opiniones de los padres. Buscará una vía de escape.
6. Cambio de estatus. Los ascensos en el trabajo suelen ir acompañados de aumento de sueldo importante, y por increíble que parezca, esto puede provocar en algunas personas una falsa sensación de poder que les invita a mantener relaciones con aquel/ aquella que se proponga.
¿Y tu?, ¿Has sido infiel?, ¿Por qué?