Celos 2.0. Ahora los celos en una nueva versión más social
Nada se escapa a eso que se llama Internet 2.0 Me imagino que los que no estáis muy a la última de los cambios tecnológicos, ni siquiera os sonará este término. La Web 2.0 no es más que la evolución de la Web o Internet original, a una en el que los usuarios dejan de ser usuarios pasivos para convertirse en usuarios activos, que participan y contribuyen en el contenido de la red siendo capaces de dar soporte y formar parte de una sociedad que se informa, comunica y genera conocimiento.
Si tienes un perfil en Twitter, en Pinterest, en Facebook, Tuenti o cualquier otra red social, eres partícipe de ese Internet 2.0 del que hablo y que no para de evolucionar.
Otras herramientas complementan la Internet 2.0, aplicaciones como Line, WhatsApp o Telegram nos permiten tener un contacto casi instantáneo con amigos y familiares. Si os dais cuenta, la Internet 2.0 es una Web llena de interacción y contenido social que está inundando nuestra vida. De forma casi inmediata podemos ver una foto que alguno de nuestros amigos ha colgado de la fiesta en la que está, de forma segura (a no ser que se “caigan los servidores”) podemos comunicar a nuestros familiares mediante WhatsApp que estamos llegando al sitio donde hemos quedado.
Al igual que la web ha evolucionado, algunos elementos de nuestra vida, con la llegada de esta Internet 2.0 y herramientas anexas, también están cambiando hacia una versión 2.0 ¿De qué os hablo?, pues de los celos, que desde mi punto de vista han alcanzado ya dicha versión, y podemos hablar de CELOS 2.0
En España, una de las aplicaciones móviles más famosa es WhatsApp, nos permite ampliar nuestras relaciones y sociales, pero también nos puede generar algún que otro conflicto.
Hace poco un amigo psicólogo me decía que no le importaría darle una comisión a WhatsApp o Facebook, porque gracias a ellos, no sólo su consulta, si no la de otros profesionales, está aumentando el número de personas que acuden por diferentes motivos, como por ejemplo trastornos emocionales debido a una separación, inseguridad por los celos, terapia de pareja para resolver una crisis, etc.
La verdad es que es cierto, algún que otro paciente te indica que “es que le he mandado un WhatsApp y no me lo ha contestado…”
En definitiva, cuando se sabe que la otra persona ha recibido el mensaje, y esta no te contesta, puede dar pie a malas interpretaciones, al igual que conectarse a una hora en la que el otro miembro de la pareja cree que la persona querida está haciendo otra cosa.
¿Cuántos de vosotros ha mirado el estado del Whastsapp de su pareja para saber cunado ha sido la última vez que se ha conectado, o si está en línea o escribiendo? ¡Anda!, si está en línea y no me escribe a mí!
¿Cuántos de vosotros ha dicho o le han dicho “Te envié un whatsapp hace un cuartode hora, te conectastes cinco minutos despúes de enviártelo pero no me has contestado? O ¿Qué hacías ayer a las dos y media de la madrugada en línea?, ¿con quién hablabas?
Según Emilio López, psicólogo y vicepresidente de la Sociedad Gallega de Sexología, «Todos estos nuevos sistemas de comunicación facilitan y amplifican las relaciones sociales, pero también pueden llegar a generar dificultades, sobre todo, en las parejas», reconoce el psicólogo y vicepresidente de la Sociedad Gallega de Sexología, Emilio
Pero pensad, ¿son estas herramientas las que causan el problema?, yo creo que no, creo que el problema radica en el uso que hacemos de ellas, Facebook, WhatsApp y otras facilitan el acceso a información privada, y si no sabemos gestionar de forma adecuada esto, muy probablemente entremos en el ámbito de las malinterpretaciones y suposiciones que de forma automática nos lleven a la desconfianza y a los celos 2.0
Si una persona le manda un whatsapp a su pareja, ve que ésta se conecta y no le contesta, puede desencadenarse una demanda de explicaciones que derive en conductas de control, como revisarle el móvil a escondidas, investigar sus conversaciones, etc.
Parece que términos como doble check, última conexión o estado “en línea” o “escribiendo” han llegado a nuestras vidas para quedarse, pero depende de nosotros que eso nos complique la vida.
Para acabar, os dejo un corto que fue finalista de la décima edición del festival Jameson Notodofilmfest en el que representa todo esto que os he contado con un aire desenfadado. Lo dicho, disfrutad del vídeo en tono irónico
Nos vemos pronto