Esta entrada de hoy va de armarios. No es que tenga nada que ver con entrar o salir de ellos, no, todo lo contrario, va de mirar dentro de ellos.
¿Cuántas veces os habéis preguntado cómo eliminar esos miedos que os atan y que no os permiten “evolucionar”?. Bueno, pues esa es una de las preguntas que más me hacen a mí y os debo confesar que la respuesta que doy, no suele gustar. Para explicar cómo se pueden eliminar esos miedos, suelo usar una breve historia, en la que remonto a la gente a su edad más temprana.
Somos como niños
Imaginaros que tenéis 4 o 5 años. Estáis en esa etapa de grandísima curiosidad, pero al mismo tiempo, de un gran miedo. Son las 11 de la noche, estáis en vuestra habitación, y de repente, oís un ruido que procede de dentro del armario.
Sólo se me ocurren que tenéis dos opciones principales, la primera, armaros de valor, salir de la cama, y mirar dentro del armario para ver que ha producido ese ruido.
Ser honestos, ¿cuántos de vosotros, con 4 o 5 años, elegiríais esta opción? Es muy probable que ninguno. Llevaríais a cabo, la segunda. Y ¿cuál es la segunda?
Si, sonreír entre los labios, porque lo normal, es que saliéramos de nuestra cama, sí, pero en dirección a la habitación de nuestros padres, gritando, algo así como, ¡un monstruo!, ¡mamá, mamá, un monstruo!, como si estuviéramos viviendo en la película de Monstruos S.A. Esta es la segunda opción.
Durante esa noche, dormiríamos plácida y cómodamente con nuestros padres, sí, sin ningún miedo, protegidos por nuestros superpapis, pero….
Si, como en toda buena historia, hay un pero. ¿Qué pasa al día siguiente?, sí, al día siguiente, o mejor dicho, a lo noche siguiente, volveríamos a estar en nuestra habitación nuevamente, y nos diríamos, ¿qué fue el ruido de anoche?, ¿seguirá ahí? Y nuestro miedo volvería.
Si os dais cuenta, la única manera de poder dormir en nuestra habitación, de forma tranquila y segura, es levantarnos y mirar en el armario. Mirar cara a cara a Sullivan o a Mike Wazowski, o darnos cuenta que fue el ruido de una percha que, sin saber cómo, se cayó dentro del armario.
¿Y qué solemos hacer?
Nuestro día a día es así. Son pocos los que se atreven a mirar dentro del armario, al contrario, escapamos del ruido (cualquier situación que nos de miedo) para, ya no irnos a la habitación de nuestros padres, pero sí refugiarnos en situaciones o en personas que nos proporcionan seguridad.
Debemos ser conscientes que nos podemos refugiar donde queramos y con quien queramos, pero, la única manera de superar el miedo, es abrir el armario y mirar dentro. Luego, dormirás tranquilo al darte cuenta que no fue nada, o al menos, no fue tan terrible como creías.
Por eso, cuando me preguntan cómo se puede quitar un miedo, yo respondo con una pregunta. ¿Estás dispuesto a mirar dentro del armario?
Como siempre, un saludo a tod@s
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