Hace unos días que no accedía a mi Facebook. ¡Horror!, ¿cómo he podido vivir durante ese tiempo sin saber que han hecho mis allegados y amigos? Bueno, como en el ámbito futbolero os diré una frase, SI SE PUEDE.
El caso es que una amiga, Lucía, había puesto un vídeo en su Facebook, un vídeo que ha llamado enormemente mi atención. Durante los tres minutos y cincuenta y ocho segundos que dura he estado absorto en él.
Os invito a que lo veáis.
A lo largo de nuestra vida, el trabajo tiene una enorme importancia, si nos paramos a pensar un momento, lo primero que valoramos, es que gracias a él, podemos obtener unos ingresos que nos permiten, en la mayoría de las ocasiones, subsanar nuestras necesidades básicas, como alimentación y seguridad. Sin embargo, si reflexionamos un poco más, veremos que la transcendencia del trabajo va mucho más allá de cubrir las necesidades. El trabajo llega a organizar prácticamente toda nuestra existencia. Influye en aspectos tan importantes como la hora de levantarnos, la ubicación de nuestra vivienda (siempre intentamos que esté cerca del lugar de trabajo)o incluso lo que comemos, cuándo y dónde. El trabajo también rige, en gran medida, el tiempo que le dedicamos a estar con la familia. El trabajo, también es una de las fuentes más importantes de autoestima.
¿Qué pasa cuando lo perdemos?, pues no sólo perdemos nuestra fuente habitual de ingresos, sino que experimentamos una serie de importantes pérdidas que influirán, de forma determinantes, en nuestro bienestar (físico y psicológico). Este malestar será mayor, cuanto más tiempo estemos en esa situación.
Esas pérdidas están relacionadas con la experimentación de sensaciones negativas, por ejemplo, sentimientos de inutilidad y de inseguridad, incluso en muchas ocasiones la persona que pierde su trabajo se culpa de ello, generando entonces, un importante cambio en el autoconcepto que se tiene de sí mismo. Si la situación de desempleo, como en la actualidad, se extiende a lo largo del tiempo, se produce una disminución de la motivación, lo que conlleva la aparición de la indefensión, esa idea de que haga lo que haga, no va a servir para nada, o no va a cambiar nada.
Sin embargo, es justo en estos momentos, cuando tenemos que volver a nuestros orígenes, y darnos cuenta qué cosas son las importantes en nuestra vida, redefinir nuestros objetivos y prioridades. También es el momento de reforzar y redefinir nuestro círculo de seguridad, y en él, como no, incluir como hace Roberto, el padre de Sergio (el protagonista del vídeo) a la Familia y darnos cuenta que cualquier batalla que emprendamos en la vida, es importante no sentirse sólo y saber que nunca lo estarás.
El mensaje del vídeo es fundamental, la familia, nuestro entorno más cercano, es primordial para poder enfrentarnos a los retos de nuestra vida, y en el caso del desempleo, debe actuar como elemento de estabilidad y de obtención de sentimientos positivos.