Os extrañará el título del artículo de hoy, pero tranquilos, no asustaros, no me he vuelto loco, sólo quiero que penséis por un momento en que tuvierais instrucciones claras de convertiros en el perfecto amargado. Que el objetivo de este próximo mes de febrero fuera ese, transformaros en un amargado de manual. ¿Qué cosas deberíais hacer? Pues por si acaso os surge este reto, os traigo siete de dichas actuaciones que tendríais que llevar a cabo para tener éxito en vuestro objetivo de convertiros en el amargado ejemplar.
No os riáis, lo curioso de esto es que cuando las leáis, muchos de vosotros y vosotras os daréis cuenta que ya las hacéis, sin que nadie os haya propuesto un absurdo reto como el que os he indicado al inicio del artículo.
Las siete actividades para ser un amargado de manual
Bueno, pues empecemos con la lista
1.- ¿Por qué no te creas más problemas de los que ya tienes?
El manual del buen amargado comienza con asumir, no sólo tus problemas, si no los de los demás. No te cortes, como no tienes suficientes con los tuyos, asume los problemas de los que te rodean. Procura llenar tu vida de las máximas preocupaciones posibles, bien sean reales o creadas por ti mismo. Ah, y por supuesto, debes darle gran importancia a todos los hechos negativos que te ocurran.
2.- No lo dudes, tú siempre tienes razón, pase lo que pase.
No dejes que nadie te quite la razón, recuerda, eres la persona más sabia que conoces y por supuesto, nunca te equivocas, entonces, ¿por qué darle la razón a otros? Recuerda, la vida es blanca o negra, no hay matices, los otros están equivocados.
3.- Obsesiónate por todo, es la única manera de ser feliz.
Revisa tus preocupaciones, elige una de ellas. Vale, y ahora, no pares de darle vueltas a esa preocupación. Desayuna con ella en la cabeza, cuando llegues a casa, no hables con tu pareja e hijos, come dándole vueltas en tu cabeza a esa preocupación. Cuando te duches, haz un hueco para que se pueda asear contigo. Vive para esa preocupación, no dejes de pensar en ella, recuerda, tú la has elegido.
4.- Ni se te ocurra vivir el ahora, sólo piensa en el mañana
El ahora es para los fracasados y los vagos, tú eres mejor que ellos. Piensa en el mañana, vive para el futuro, aplaza todo aquello que te haga sentir bien, todo lo que te de placer. Posponlo para otro momento, si puede ser para mañana, mejor, ahora hay cosas más importantes que puedes hacer, como por ejemplo, el punto 1 y el punto 3. No caigas en el error de disfrutar hoy, el mañana es más importante.
5.- No te fijes en tí, compárate siempre con los demás
Ya sabes eso que se dice, la envidia es sana, pues ya sabes, para conseguir amargarte la vida, centra todo tu poder en resaltar lo que tienen los demás en lugar de dar valor a lo que tu tienes o posees. De esta forma, te garantizarás un estado de frustración permanente y no te permitirá disfrutar de lo que posees.
6.- Perdona a los demás, pero tu nunca te debes perdonar
Perdonar es un acto difícil y solo apto para valientes. Sigue esta directriz, perdona a todo el mundo, pero a tí, ni se te ocurra. No, porque para ser un amargado de matrícula no deberás perdonarte por tus errores o fallos. Recuerda, no te lo mereces, aunque los demás, sí.
7.- No le quites hierro a las cosas.
¿Las cosas son tan graves como parecen?, pues no, lo son más. Por lo tanto, ni se te ocurra reírte ni divertirte. Para ser un amargado profesional, mejor que se rían de tí que contigo, y por supuesto, no veas el club de la comedia, ni revises las tiras cómicas de los periódicos, la vida va muy en serio y no debes reírte de ella.
Si sigues estos consejos, recuerda, serás, oficialmente, un amargado profesional. Por cierto, ¿te has dado cuenta que sin intentarlo ya haces alguna de estas siete cosas?
Como siempre, un saludo a tod@s.
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